¿Soñamos en nuestra lengua materna?

Tradicionalmente, la lengua en la que soñamos se consideraba un indicador clave de nuestra lengua materna. Pero para muchas personas multilingües, los sueños cambian de lengua en función de las emociones, las experiencias y las personas que los habitan.
Esto plantea una cuestión interesante: ¿nuestra «verdadera» lengua materna evoluciona con el tiempo? Si expresamos emociones profundas en una lengua pero pensamos problemas complejos en otra, ¿podemos seguir definiendo solo una como nuestra lengua materna?
Con la globalización, las relaciones interculturales y los viajes constantes, las identidades lingüísticas son más fluidas que nunca. ¿Y usted? ¿Se ha encontrado alguna vez soñando en una lengua distinta a la que creció?
0 Comments